miércoles, enero 28

Definitely maybe


Pensar que merece la pena ir al fin del mundo a que te saturen la cabeza con palabrería que olvidarás al cruzar el umbral de la puerta por tan sólo un simple roce de manos. Eso no es normal.

jueves, enero 22

¿Diga?


-Creo que tendríamos que hablar...
-Para mi no hay nada de que hablar. Todo estaba claro desde un principio, y los dos sabíamos cómo iba a terminar. ¿Porqué siempre te empeñas en complicarlo todo? No sabes dejar estar las cosas; buscas explicaciones para todo y te acabas haciendo daño a ti y a los que te rodean.

Se atrevió a pedirme que lo olvidara todo. Las sonrisas, las risas, los cubatas para dos, los bailes, los paseos helados envueltos en luz de luna, las palabras sinceras desdibujadas por las copas de más, y ese beso. No duró más de unos instantes, pero fue suficiente para encontrarme semanas después, a la una y media de la madrugada, intentando encontrar un vago sentido a tantos recuerdos desordenados que se atropeyan entre si. Fue un crepúsculo al despertar del sol. Un final y un principio confundidos en un mismo destello.
La respuesta me pilló por sorpresa. Era yo la que iba a abstenerse de toda complicación, la que iba a mantenerse al margen en todo momento.

viernes, enero 2

Alla fine del mondo.















Hacia el Trastevere.